En esta última entrega de la 1° temporada, dejamos entrever las características y acciones que condicionan a un dirigente a ser "uno más del montón", "un peligro para la sociedad" o "una honorable persona"....

Si bien el desarrollo de las acciones de un dirigente condicionan el actuar de una organización, esta a su vez puede ser una plataforma de crecimiento para los intereses particulares de un dirigente...

Como es nuestro último capítulo, dejamos una reflexión particular pero potente respecto a los caminos a seguir, las opciones por vislumbrar y ciertamente lo que "nunca se debe hacer" en nombre de la dirigencia de un club.

Continuando con el capitulo anterior en donde hablamos mucho de los pasos hacia la profesionalización, es importante considerar el valor de la marca como fuente de crecimiento sostenido de una organización...

Así también hablar de aspectos propios de la organización administrativa, los roles y la jerarquización necesaria para que todos los procesos conduzcan hacia los objetivos propuestos.

En este capítulo pretendemos dar una mirada sincera, pero realista de qué es lo que significa entrar en el mundo profesional de la industria deportiva sin alejarse de los principios rectores que formaron la organización.

Recorriendo el camino que hemos trazado, y entendiendo la necesidad de ir creciendo de forma permanente y sustentable, nace la imperante necesidad de mirar hacia las "grandes ligas"... empezar a capitalizar y generar un proceso de cambio desde lo "hecho en casa" hacia la "empresa deportiva".

Hoy hablamos de esto y otras cosillas más...