• Zink City Demonologia - VII La espada turca

  • 2022/01/28
  • 再生時間: 9 分
  • ポッドキャスト

Zink City Demonologia - VII La espada turca

  • サマリー

  • LA ESPADA TURCA ¿Qué hacía esa enorme espada en la oficina del padre Zink? Nos contó que se la había regalado un poderoso hacendado de Santa Cruz, después de confesarlo. Han pasado más de mil otoños desde que salió reluciente de la forja. En el siglo VIII de la era de nuestro Señor, su anterior dueño, que la blandió derramando sangre sobre las crines de su negro caballo en las calientes arenas de Yemen, fue el poeta loco Abdul Alhazred. El cura dijo que luchó con ella solo una vez, cuando tuvo que enfrentarse a un gigante cebado por el Diablo. Habló de un bosque cerca del Lago Blanco, habitado por un ser furioso con el corazón demasiado pesado; habló de una criatura de más de seis metros de altura, fea como soñar con arañas, con la piel gruesa y colmillos del largo de una oveja, que cuando alzaba los brazos parecía arañar las estrellas; habló de un monstruo que se daba panzadas comiendo cristianos; habló de su supuesto origen, de matrimonios de parientes demasiados próximos que, generación tras generación, se casaban con más parientes y salían hijos deformes; habló de cómo lo desafió, confiando siempre en esa poderosa fe que endurece el agua, y de cómo el gigante intentó aplastarlo con un mazo descomunal; habló de la espada turca rasgando el abdomen, del filo separando la cabeza, del enorme cuerpo abandonado en el campo, que sirvió de alimento a las aves de los cielos. Luego dijo que estas historias se iban a seguir contando, por los siglos de los siglos, hasta que Dios deje de soñarnos, y soltó una carcajada. Y sí, a veces, al cura le gustaba bolacear.
    続きを読む 一部表示

あらすじ・解説

LA ESPADA TURCA ¿Qué hacía esa enorme espada en la oficina del padre Zink? Nos contó que se la había regalado un poderoso hacendado de Santa Cruz, después de confesarlo. Han pasado más de mil otoños desde que salió reluciente de la forja. En el siglo VIII de la era de nuestro Señor, su anterior dueño, que la blandió derramando sangre sobre las crines de su negro caballo en las calientes arenas de Yemen, fue el poeta loco Abdul Alhazred. El cura dijo que luchó con ella solo una vez, cuando tuvo que enfrentarse a un gigante cebado por el Diablo. Habló de un bosque cerca del Lago Blanco, habitado por un ser furioso con el corazón demasiado pesado; habló de una criatura de más de seis metros de altura, fea como soñar con arañas, con la piel gruesa y colmillos del largo de una oveja, que cuando alzaba los brazos parecía arañar las estrellas; habló de un monstruo que se daba panzadas comiendo cristianos; habló de su supuesto origen, de matrimonios de parientes demasiados próximos que, generación tras generación, se casaban con más parientes y salían hijos deformes; habló de cómo lo desafió, confiando siempre en esa poderosa fe que endurece el agua, y de cómo el gigante intentó aplastarlo con un mazo descomunal; habló de la espada turca rasgando el abdomen, del filo separando la cabeza, del enorme cuerpo abandonado en el campo, que sirvió de alimento a las aves de los cielos. Luego dijo que estas historias se iban a seguir contando, por los siglos de los siglos, hasta que Dios deje de soñarnos, y soltó una carcajada. Y sí, a veces, al cura le gustaba bolacear.
activate_buybox_copy_target_t1

Zink City Demonologia - VII La espada turcaに寄せられたリスナーの声

カスタマーレビュー:以下のタブを選択することで、他のサイトのレビューをご覧になれます。