MAESTRO EFICIENTE
El anhelo de un buen maestro, es que cada uno de sus estudiantes logren alcanzar sus metas y objeticos propuesto para sus vidas. Por eso, mientras ellos están bajo su tutela, les comparte todos los conocimientos que ha logrado adquirir a lo largo de su vida, así como sus experiencias, triunfos y fracasos. Al igual que un maestro terrenal, Jesucristo se preocupó de la vida espiritual de cada uno de sus discípulos, por eso les instruyó en el conocimiento de las Sagradas Escrituras. La preocupación de Cristo por sus discípulos era porque los amaba, y deseaba que en un futuro no tan lejano, ellos puedan estar junto a Él en el reino de su Padre. Además, su preocupación por sus discípulos era porque su Padre mismo le había dado, para que los cuidara y los preparara en el conocimiento de las Buenas nuevas de salvación, ya que tiempo más tarde, tendrían que continuar con la tarea iniciada por su Maestro. Jesucristo fue eficiente como maestro, ya que sus discípulos comprendieron el mensaje y fueron obedientes a Dios Padre Juan 17:6.

CONOCIMIENTO Y SABIDURÍA
Conocer los pensamientos de Dios y su sabiduría, sin duda es el anhelo de muchas personas, pero por más que anhelen, jamás lograrán conocer todos Sus conocimientos, al igual que Su sabiduría. Además, la mente del hombre es limitado y la mente de Dios es ilimitada, por tal razón, sus conocimientos son limitados, por eso, ni todos los libros del mundo abarcarían ni la milésima parte del conocimiento y la sabiduría de Dios. Por todo esto, la mente del hombre no está en capacidad de poder absorber todos los conocimientos de Dios, y peor aún, su infinita sabiduría. Los conocimientos de Dios, así como su sabiduría, quedarán como un misterio para el hombre, por ende, jamás entenderá sus decisiones y sus caminos que fueron establecidos antes de la creación del mundo. Aunque el método de Dios y su significado van más allá de la comprensión humana, Él no es arbitrario, pues gobierna el universo y la vida de los hombres en perfecta sabiduría, justicia y amor.

NUEVA PERSONA
Para vivir bajo la voluntad de Dios, el redimido por la preciosa sangre de Jesucristo, debe abandonar definitivamente todos los placeres de este mundo, ya que los placeres mundanos, son opuestos a la voluntad de Dios. También debe dejar de imitar las conductas, las costumbres y los hábitos de la vieja naturaleza del pecado. Costumbres como la moda de la temporada, la jerga del momento, la conducta de ciertos personajes famosos, la lectura de ciertas literaturas que no edifican, de igual manera programas y telenovelas que no ayudan al crecimiento espiritual. El creyente no solo tiene que abandonar todas estas costumbres, conductas y hábitos, sino que también debe permitir que Dios le transforme en una persona nueva y cambie su forma de pensar. Esto solo será posible cuando el creyente permita que el Espíritu Santo gobierne absolutamente su ser. Bajo el control del Espíritu Santo, el creyente conocerá cual es la voluntad de Dios para su vida, de igual manera sabrá que su voluntad es agradable y perfecta. Romanos 12:2.

CONTRA TI HE PECADO
Admitir que se ha pecado contra Dios, no es propio de los hombres, más bien, en todo momento tratan de encubrir sus pecados, aduciendo que disfrutar de los placeres que ofrece este mundo no es malo, sino que es bueno para sus vidas. Aunque los hombres traten de encubrir sus pecados, sus pecados no desaparecerán, sino que permanecerán en sus vidas hasta el momento en el cual, Dios determino su justo juicio sobre los pecados de los hombres. Nadie que no confiese su pecado a Dios podrá escaparse de su ira en el final de los tiempos, sino que serán condenados a una eternidad de sufrimiento en el lago de fuego junto al maligno y todos sus aliados. Pero los que si confiesen sus pecados a Dios en oración, y admitan con un corazón quebrantado que le han fallado, alcanzarán Su perdón, porque Dios es misericordioso y por su inmenso amor a los hombres, siempre está dispuesto a perdonar a todos los quebrantados de corazón, y sanarlos definitivamente de cualquier herida causado por sus pecados. Salmos 41:4.

CUIDADO Y PROTECCIÓN
Bajo el cuidado y la protección de Dios, nada malo puede pasar a los hijos de Dios. este pensamiento lo tienen que tener los creyentes, ya que todas las cosas que le pueden sobrevenir en su vida, son agradables y perfectas, además, están bajo el control de Dios. Estas promesas de cuidado y protección de Dios, no es para que los creyentes vayan afirmando a las personas que nada malo les pasara si sus vidas están en las manos poderosas de Dios. Las situaciones adversas son parte de la vida del hombre, debido al pecado que gobierna este mundo, por eso, Dios permitirá que las adversidades lleguen a la vida de sus hijos, pues estas adversidades, Él las utiliza para moldear a sus hijos y así crezcan en la madurez espiritual necesaria para su vida cristiana. Estas promesas de cuidado y protección de Dios, tampoco es para la vida de los creyentes que conociendo la verdad del evangelio, siguen practicando el pecado sin el temor de ser disciplinados por su Señor y Salvador. 1 Samuel 28:10.

TRONO ETERNO
Ningún gobernante humano permanece en su cargo para siempre, ni tampoco los monarcas de las naciones del mundo permanecen en sus tronos para siempre. Los gobernantes y reyes humanos, son pasajeros, y fácilmente remplazados por otros, pero en contraste a los gobernantes y monarcas humanos, el eterno Creador del mundo, permanece en su trono para siempre. Desde el momento que Dios creo este maravilloso mundo y hasta que desaparezca, gobernará sobre él, no con injusticia, ni tampoco provocando temor entre sus habitantes como lo hacen los gobernantes y monarcas de turno, sino con amor y con su cetro de justicia. Solo Dios gobierna este mundo con justicia, y lo seguirá haciendo hasta el momento que se dé la nueva creación, incluso en esa nueva creación. Su gobierno será con justicia, porque Dios no cambia, y sus atributos divinos como la justicia, permanecen para siempre. Por este gobierno de justicia, Dios merece ser alabado y exaltado por la eternidad. Salmos 45:6.

LINAJE REAL
Pertenecer a un linaje real, sin duda es el anhelo de un gran numero de personas alrededor del mundo, ya que pertenecer a un linaje real, le da una cierta posición social por encima de los demás que no pertenecen a este grupo privilegiado. Todas las personas que aceptan a Jesucristo como su Señor y Salvador, pertenecen a un linaje real, pero este linaje real está por encima del linaje real de los hombres. Ya que el creyente pertenece al linaje real del Unigénito Hijo de Dios, el gobernador de todas las naciones del mundo. Para que pertenezcan a este grupo privilegiado, Dios mismo los sacó de la obscuridad del pecado, les libero de toda esa contaminación y les dio nueva vida para que puedan estar en su presencia, disfrutando de la eternidad junto a Él. Toda la humanidad puede pertenecer a este linaje real, solo tienen que aceptar el sacrificio realizado por Jesucristo en la cruz del calvario, una vez que lo hagan, Dios les quitara sus vestiduras antiguas y les dará nuevas vestiduras para que puedan morar en su reino. 1 Pedro 2:9.

VERDADEROS HIJOS
Amar a quiénes nos ofenden o nos lastiman es complicado para la mayoría de nosotros, pero eso lo tenemos que hacer si en realidad nos llamamos hijos de Dios, ya que es un mandato de nuestro amado Padre celestial. Este amor a nuestros agresores o enemigos, no deben ser solo de palabras sino de hechos concretos, por eso cuando ellos en algún momento necesiten de nuestra ayuda, les debemos brindar la mano, sin ninguna clase de amargura o resentimiento por lo que nos pudieron haber hecho en el pasado. Además, nuestras palabras deben ser mas dulces que la miel cuando tratemos con ellos, también debe ser de bendición. Debemos orar constantemente por ellos, para que nuestro amado Padre eterno les cuide y les proteja de todas las maldades de este mundo, así como para que les colme de bendiciones. Solo si actuamos de esta manera, honraremos a nuestro amoroso Padre celestial y demostraremos al mundo que ya no pertenecemos a este mundo, sino al reino de los cielos. Mateo 5: 44-45.