Sabías que el día lunes es el día más odiado de la semana, el de mayor desgano (claro, a no ser día festivo/feriado) y es el día en que se refleja la mayor cantidad de ausentismo, llegadas tarde e inclusive accidentes de trabajo, no solo en México sino a nivel mundial para empresas en general.

Pero, con calma, de acuerdo con la revista entrepreneur el 99.99% percibe el lunes cómo el día menos productivo de la semana. De hecho, es el día menos favorito de las personas en general. Y por eso  hay que romper la barrera de los lunes.

Empezar el lunes motivados nos ayuda a ser más productivos y a conseguir nuestras metas.  Es lunes y qué….es solo una percepción del día.

Así que, ¿por qué no te unes y vence la barrera del lunes? Tienes toda la semana para lograr tus objetivos..

¿Tu qué opinas? ¿Cuál es tu día favorito de la semana?

Responsabilidad tiene que ver con la habilidad que tenemos las personas para responder ante las situaciones que se presentan. Hoy por hoy podemos comunicarnos de forma responsable, sin carga emocional y de forma efectiva mediante la comunicación responsable.   

Hay que hacernos responsables de nuestros pensamientos, nuestras emociones y de nuestras palabras. Escucha el episodio de la mano de nuestra experta en Comunicación Responsable Severine Naessens  del podcast High-Achieving Parents Podcast & Program, quién comparte ¿Cuáles son las bases de una comunicación Responsable? para vivir de forma efectiva tanto en la vida personal como en la laboral. 

Seguramente en tu época estudiantil conociste a personas que aunque tuvieran mucho tiempo dejaban las tareas al último día, último momento o última oportunidad. Sabías que hay personas que en la vida laboral actúan igual. Conoce ¿Qué es el síndrome del estudiante y cómo dejar de serlo? 

El primer autor en acuñar la frase “Síndrome del Estudiante” fue Eliyahu M. Goldratt en el libro Cadena de suministro, en el que detalla que “una persona comienza a dedicarse por completo a una tarea hasta que ha llegado al límite de tiempo para realizarla” e hizo un comparativo con estudiantes y observó  que hasta que faltaba ⅓ del tiempo que tenían para estudiar comenzaban hacerlo. 

Es decir, que había personas que actuaban de forma similar en la  vida académica como en la vida laboral y a esas personas les denomino que tenían esa habilidad como hábito arraigado para dejar todo al último momento, aunque gozaran de tiempo para evitar correr, salir tarde o desvelarse. ¡Te suena familiar!