En el arrepentimiento desamparamos nuestros pecados, los entregamos a Dios al confesarlos para que Él los entierre en lo profundo del mar, porque nosotros hemos decidido seguir a Cristo
En el arrepentimiento desamparamos nuestros pecados, los entregamos a Dios al confesarlos para que Él los entierre en lo profundo del mar, porque nosotros hemos decidido seguir a Cristo