El Señor Jesús quiere quitarnos ese peso, quiere hacernos vivir ligeros, en paz, en gozo, descansando en él, pero existe una condicionante para poder llegar a recibir esta promesa: debemos entregarlo todo. Escuchemos que nos dice el Señor sobre su plan para nuestras vidas.

En el mundo cristiano, muchas personas no están desarrollando el potencial que el Señor ha puesto en ellos, porque están en el lugar equivocado para desarrollarlo. No conocen su llamado. Dios los capacitó para un lugar, tiempo y población especifica a impactar, sin embargo, por los afanes de la vida, situaciones personales les han hecho moverse de los lugares destinados para que Dios pueda mostrar su gloria a través de ellos. Veamos que nos dice el Señor de como podemos cambiar esto y servir de portadores de su gloria en todas las naciones.

La vida de victoria en el Señor depende en gran medida de la constancia y firmeza con que la vivimos. La medida de fe con la que caminamos puede llevarnos a alcanzar las grandes promesas. Pero, ¿qué sucede cuando somos inconstantes y no podemos ver llegar nuestro futuro profético? ¿Cuáles son las causas? ¿Cómo podemos evitarlo? Escuche este episodio y encontrará respuestas a todas estas preguntas según nos dice el Señor.