El 17 de enero de 1966, el cielo sobre el Mediterráneo se convirtió en el escenario de un accidente que pudo haber cambiado la historia. Un bombardero estadounidense B-52 Stratofortress, cargado con cuatro bombas nucleares, chocó en pleno vuelo con un avión cisterna KC-135 Stratotanker mientras realizaban una maniobra de reabastecimiento. Como resultado, ambas aeronaves quedaron destruidas y el armamento nuclear cayó sobre Palomares, un pequeño pueblo en el sureste de España.
A pesar del impacto, las bombas no detonaron en una explosión nuclear, pero dos de ellas se rompieron al tocar tierra, liberando plutonio radiactivo en la zona. Esto desencadenó una crisis sin precedentes: mientras los habitantes de Palomares observaban confundidos cómo militares estadounidenses llegaban en masa, los gobiernos de Estados Unidos y España intentaban manejar el incidente con discreción.
Mientras en tierra se realizaba una operación de descontaminación masiva, en el mar se llevaba a cabo una de las búsquedas submarinas más intensas de la historia: la Operación Pez Dorado, en la que la Marina de EE.UU. tardó más de dos meses en encontrar la cuarta bomba perdida.
Este evento, clasificado como "Broken Arrow" (término militar para la pérdida de armamento nuclear), expuso los peligros de la Guerra Fría y dejó una huella imborrable en Palomares. Décadas después, el debate sobre la contaminación radiactiva y el papel de Estados Unidos en la limpieza de la zona sigue abierto.
¿Qué pasó realmente en Palomares? Descúbrelo en este episodio de Despresurizados.