El sí de la Virgen María y su entrega sin límites nos presenta el modelo de la actitud cristiana. Este podcast profundiza en esta realidad a través de la lectura y la meditación del libro Ancilla Domini, de la mística suiza Adrienne von Speyr.
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María, frente a la exigencia, no se mira a sí misma
[María] no tiene necesidad de comprobar, temerosa y vacilante, si está madura para la exigencia, lo cual solo terminaría necesariamente en un desánimo absoluto;
Fin de la cita.
La semana pasada, como acabamos de oír, el último capítulo de nuestra reflexión fue que, por la fe, la angustia se transforma en confianza.
Por el hecho de creer, todo lo que podría ser preocupación humana, normal y justificada, se transforma en confianza.
Hoy se nos dice algo más, se nos dice que un preguntarse sin Dios de si estamos maduros para la exigencia que se nos pide «necesariamente» terminaría en un desánimo absoluto. […]
La confianza que viene de la plenitud de Dios
Más bien, en la confianza que le es regalada desde la plenitud de Dios, [María] puede decir sí precisamente a esa plenitud.
Fin de la cita.
Entonces, María se encuentra frente a una exigencia. Frente a ella, no está solo con sus facultades racionales, sino con una confianza que viene desde la plenitud de Dios. Y desde esta plenitud ella puede decir sí precisamente a esa plenitud. […]
Todo lo corporal envuelto por lo sobrenatural
Y como la angustia natural es eclipsada por la confianza sobrenatural, así también el natural pudor corporal de virgen es asumido y superado por la donación sobrenatural. Aquí también sería de esperar un retroceso de espanto cuando le es exigido que se abra y se done con cuerpo y alma a un misterio impenetrable que, con todo, quiere penetrar en su interior. Pero, por la fe, el retroceso propio del pudor natural se supera en una virginidad pura que se abre y se dona sin temor aun a lo corporalmente incomprensible, con tal de que venga solo de Dios. Esta donación a Dios es tan grande que en María la entera esfera corporal –la cual, considerada aisladamente, podría ser molesta, perturbadora, penosa; pero que ha recibido estos acentos tan marcados solo a causa del pecado original– vuelve a estar completamente envuelta en la simplicidad y naturalidad de la donación de fe, hasta el extremo de quedar completamente cubierta bajo la sombra de lo espiritual. Esto es así porque ella es la inocencia simple y candorosa que nada tiene que ocultar ni retirar, pues todo lo corporal ha estado desde siempre bajo el manto de la donación espiritual.
Fin de la cita.
En esta larga cita que acabamos de oír, se establece un paralelo entre dos reacciones posibles del hombre frente al requerimiento de Dios. […]
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Selección de textos y comentario por la Comunidad San Juan; presentan Salvador Morillas y Lourdes Muñoz.
El libro de donde son extraídas las meditaciones se puede descargar en formato digital o pedir en papel en la página web balthasarspeyr.org/publicaciones
Para saber más: balthasarspeyr.org