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サマリー
あらすじ・解説
LA NUEVA NATURALEZA
Efesios 4:17 Con la autoridad del Señor digo lo siguiente: ya no vivan como los que no conocen a Dios, porque ellos están irremediablemente confundidos. 21 Ya que han oído sobre Jesús y han conocido la verdad que procede de él, 22 desháganse de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad y el engaño. 23 Y, en cambio, dejen que el Espíritu les renueve los pensamientos y las actitudes. 24 Pónganse la nueva naturaleza, creada para ser a la semejanza de Dios, quien es verdaderamente justo y santo. NTV.
Todos los que han aceptado a Jesucristo como su Señor y Salvador, deberían ser fácilmente reconocibles por su forma diferente de actuar y comportarse al resto de las personas que no han aceptado el Señorío de Cristo en sus vidas. Pero eso no sucede con la mayoría de creyentes, ya que no muestran un diferente comportamiento, pues siguen comportándose al igual que las personas que no han entregado sus vidas a Cristo. En algunos casos, el comportamiento de algunos creyentes es mucho peor que la de los inconversos. Por este inadecuado comportamiento que manifiestan algunos creyentes, los inconversos, prefieren seguir viviendo en el mundo sin entregar sus vidas a Cristo Jesús.
La práctica del pecado no debe ser parte de la vida de los seguidores de Jesucristo, ya que fueron liberados de ese poder en el momento que escucharon el evangelio y aceptaron al Unigénito Hijo de Dios como su Señor y Salvador. En el momento de su conversión, los creyentes aceptaron voluntariamente abandonar los placeres de este mundo y vivir en obediencia a la voluntad de Dios, reflejando la vida de Jesucristo y sus enseñanzas en sus vidas. Por eso, el comportamiento de los creyentes debe ser diferente al comportamiento de las personas que viven sin Cristo en sus corazones. Los inconversos viven satisfaciendo a los deseos de su naturaleza carnal, porque todavía siguen bajo la esclavitud de sus impulsos carnales, además no conocen la voluntad de Dios, como sí lo conocen los redimidos por la sangre de Jesucristo.
Todos los que han escuchado acerca de Jesucristo, los que han conocido la verdad que procede de Él y lo han aceptado en sus corazones, deben deshacerse por completo de su vieja naturaleza pecaminosa y de su antigua manera de vivir, que está corrompida por la sensualidad, la maldad y el engaño. Deben reemplazar esa manera de vivir, por la nueva vida que esté acorde a su nueva naturaleza que tienen gracias al sacrificio de Cristo Jesús. Esta nueva vida del creyente debe estar bajo la dirección del Espíritu Santo, ya que Él tiene el poder para renovar los pensamientos y las actitudes que tenían en su vieja naturaleza de pecado. Esta renovación no es de la noche a la mañana, sino que es un proceso que puede tardar mucho tiempo en algunos creyentes, para que definitivamente puedan reflejar la vida de Jesucristo en sus vidas.
Dado que el proceso de renovación puede durar mucho tiempo, los creyentes deben permanecer arraigados de la mano de Cristo, porque si se sueltan, pueden ceder a los impulsos de su vieja naturaleza del pecado y volver a su antigua vida pecaminosa. La manera de que los creyentes pueden permanecer arraigados a Cristo es mediante la oración, el escudriño de Su palabra, la asistencia regular a la iglesia, la participación en grupos pequeños y por supuesto, el servicio en el cuerpo de Cristo con los dones y talentos que hayan recibido del Espíritu Santo.
Queridos Hermanos. Fuimos redimidos para que nos revistámos con la nueva naturaleza libre del pecado, creada para que seamos en semejanza al único Dios verdadero, quien es verdaderamente justo y santo. En todo momento nuestro comportamiento y nuestras acciones, como creyentes deben reflejar a Jesucristo, y así el mundo inconverso nos reconocerá que somos verdaderos hijos de Dios. Hermanos. Nuestra vieja manera de vivir la cual estaba viciada por el pecado, quedó en el pasado cuando aceptamos en nuestro corazón el sacrificio de Jesucristo.